¿Cuáles son los orígenes del higienismo?
El higienismo surge como toma de conciencia para mejorar las condiciones de salubridad de una sociedad que vivía inmersa en la pobreza, el hacinamiento y la suciedad. Los médicos del siglo XIX se dan cuenta de que este modo de vida tiene un efecto pernicioso sobre muchas enfermedades de la época.
Y aunque es a nivel médico donde se empieza a implantar el higienismo, esta práctica se expande y toma cada vez más protagonismo hasta infiltrarse en los ámbitos privados de la sociedad.
En la actualidad el higienismo es una corriente que promulga un estilo de vida saludable y en sintonía con la naturaleza y sus Leyes.
¿Qué es el Higienismo?
El higienismo es una filosofía de vida que considera que el estado natural del cuerpo humano es la salud, y que frente a la enfermedad nuestro organismo es capaz de autorregenerarse y recuperarse, pero para ello deben darse una serie de condiciones que favorezcan este acontecimiento.
El higienismo entiende que la salud tiene una dimensión holística, de manera que en ella están involucrados aspectos físicos, emocionales y mentales, y por lo tanto, para que nuestra salud sea completa, todos ellos deben de estar en perfecto equilibrio, y a la vez, en armonía con el entorno natural que nos rodea.
La condición inicial de la que partimos para que todo esto suceda y que contemos con una salud radiante es nuestra Energía Vital.
Podemos decir que es ese combustible que nuestro organismo necesita para llevar a cabo la regeneración y desintoxicación de nuestros tejidos asegurando su rejuvenecimiento y adecuado funcionamiento.
Pero, ¿Cómo conseguimos esta energía vital?
La respuesta gira en torno a dos pilares del higienismo:
- Una alimentación natural y sana.
- Una gestión de las emociones saludable.
UNA ALIMENTACIÓN NATURAL Y SALUDABLE
La energía vital la obtenemos, en gran parte, de los alimentos que ingerimos. Las frutas y vegetales son alimentos vivos y por lo tanto son los que más nutrientes nos aportan.
Pero es esencial asegurarnos que nuestro organismo asimile todos los nutrientes que ingerimos, y por esa razón hay que prestar especial atención a la manera en la que combinamos nuestros alimentos cuando nos sentamos a la mesa.
La mala combinación de los alimentos generan fermentaciones y putrefacciones que producen toxinas que se acumulan en nuestro interior, además, esos residuos tóxicos empeoran la capacidad de absorción de nuestro intestino.
Aspectos tan importantes como estos afectan a nuestra salud y pueden ser foco de enfermedades si no somos capaces de rectificarlos a tiempo.
Los alimentos procesados han perdido la mayoría de sus compuestos vivos en el proceso de elaboración y pueden acumular sustancias artificiales para prolongar su consumo o mejorar su aspecto, que son altamente perjudiciales para nuestra salud.
Nuestro estilo de vida actual, donde el tiempo es tan escaso y el estrés es uno de los grandes protagonistas, hace que el consumo de productos procesados se haya disparado en los últimos años por su fácil acceso y preparación.
Este tipo de alimentos puede generar toxemia en nuestro organismo y por eso se hace indispensable favorecer las condiciones internas para que nuestro organismo se libere de esa toxicidad, porque si no, con el tiempo puede materializarse como enfermedad.
El higienismo nos explica cuáles son los alimentos que mejor se adaptan a nuestra fisiología y cómo debemos combinarlos para maximizar la asimilación de los nutrientes a nivel intestinal, potenciar el confort digestivo y favorecer la desintoxicación del organismo.
Los beneficios de llevar a cabo una buena higiene alimentaria son muchos:
- Aumenta nuestro nivel de energía interno.
- Se eliminan toxinas y se favorece el rejuvenecimiento de todos nuestros tejidos y órganos.
- Nos aseguramos que nuestra salud sea óptima y duradera.
UNA CORRECTA GESTIÓN DE LAS EMOCIONES
También obtenemos energía vital de nuestras experiencias vitales. No solo es importante alimentar nuestro cuerpo, es esencial alimentar y tener una buena higiene de nuestras emociones y pensamientos.
El higienismo contempla al ser humano de una manera holística, de modo que no podemos disociar nuestro cuerpo físico, de nuestras emociones y de la profundidad de nuestra esencia mental.
Por eso se tienen en cuenta todos los aspectos en los que nos encontramos circunscritos:
- El área física.
- El área emocional.
- El área mental.
Si negamos esta evidencia es cuando surgen los problemas.
Si vivimos centrados en uno de esos aspectos (por ejemplo, el físico) y descuidamos los demás (el mental y el emocional), nuestra salud no será completa y aparecerá la enfermedad.
Cuando estamos inmersos en conflictos personales o estados de distorsión internos (por ejemplo, creencias limitantes, pensamientos irracionales, etc.) nuestros recursos están centrados en dar solución a esa problemática.
Un estado así prolongado en el tiempo, provoca un gran desgaste a nivel interno que puede ocasionar un agotamiento físico, y ese agotamiento es la semilla de la enfermedad.
En resumidas cuentas, nos creamos a nosotros mismos con nuestra experiencia de vida y la gestión que hacemos de ella.
¿POR QUÉ APARECE LA ENFERMEDAD?
El higienismo defiende que la enfermedad surge como consecuencia de un agotamiento físico. Un bajo nivel de energía vital es un caldo de cultivo óptimo para que la enfermedad se manifieste.
¿Qué hacemos para evitar el agotamiento?
Una vida basada en una alimentación excesiva, y poco saludable de refinados, procesados, etc. en la que incorporamos multitud de tóxicos como el tabaco, el café, etc. No es para nada una vida natural y equilibrada.
Si a eso le sumamos la contaminación que nos rodea e invade a través de multitud de flancos (atmosférica, por ondas, etc,) nuestros conflictos personales, pensamientos negativos, estrés por el trabajo, falta de contacto con la naturaleza, entre otras cosas, obtenemos un cóctel explosivo que supone un derroche y pérdida de energía contínuo, que a largo plazo, hará que nuestras reservas energéticas se debiliten, dando paso al agotamiento y la enfermedad.
El organismo necesita aporte de energía para que no disminuya su nivel de energía vital y pueda llevar a cabo su trabajo correctamente.
El consumo de alimentos vivos como la fruta y la verdura aseguran un aporte de nutrientes y por lo tanto de energía al organismo.
Llevar una vida saludable en la que exista un equilibrio mental y emocional, y vivir acorde con las Leyes de la Naturaleza es la clave para que no existan fugas importantes de energía.
Si todos estos factores que son determinantes forman parte de nuestra vida diaria, nos aseguraremos de que el organismo se recargue con la suficiente energía vital para mantener a raya la enfermedad.
En resumen podemos asegurar que en la filosofía de vida que promulga el higienismo, se encuentra las herramientas necesarias para encontrar ese equilibrio que todos buscamos y que nos asegura una vida sana, equilibrada y feliz.
Que el alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento.


Curso Online de Nutrición
Experto en Nutrición Natural y Holística
Transforma tu vida y tus hábitos dominando la nutrición natural y holística.
Otros artículos relacionados